Ciudad
Con el fin de lograr su reapertura, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el proyecto para expropiar la Confitería del Molino, donde se creó esa exquisitez y tantas otras. La iniciativa tenía ya media sanción del Senado desde noviembre de 2012 y, con la aprobación total, se convirtió en Ley. Así, el local inaugurado en 1905 en Av. Callao y Rivadavia, frente al edificio del Congreso, y que permanecía cerrado desde 1997, reabrirá sus puertas después de 17 años.
¿Cómo será el paso a paso de la vuelta? El Poder Ejecutivo nacional adquirirá el inmueble y lo transferirá al Congreso sin cargo. Por su parte, el Poder Legislativo debería crear una comisión para administrar el futuro “Edificio del Molino”.
Por medio de una concesión, está previsto que en el subsuelo y en la planta baja del negocio ubicado en el barrio de Balvanera funcione una confitería, un restaurante y un local de elaboración de productos de panadería, pastelería y actividades afines, retomando de esta manera sus usos originales.
En los otros cinco pisos del edificio habrá un museo dedicado a la historia de la confitería, con la intención de recuperar el paso a paso de su construcción y el rol cultural y político que tuvo en sus épocas de máximo esplendor. Asimismo, funcionará un centro cultural (se llamaría “De las Aspas”), donde se exhibirán obras.
Tras varias manifestaciones de vecinos y ONG’s, y seis proyectos distintos presentados sin éxito entre 2006 y 2012 en la Legislatura porteña, ayer finalmente se alcanzó la meta.
Historia
Hacia 1850, Constantino Rossi y Cayetano Brenna, (éste último un prestigioso pastelero italiano especializado en la fabricación de pan dulce) eran los propietarios de la denominada Confitería del Centro, ubicada en la intersección de la Avenida Rivadavia con la calle Rodríguez Peña (en ese momento las calles se llamaban «Federación» y «Garantías» respectivamente).
Tras la instalación en las cercanías del negocio del Molino Lorea, el primer molino harinero instalado en la ciudad, el establecimiento tomó la denominación de Antigua Confitería del Molino.
En febrero de 1905 la confitería comenzó a funcionar en un local frente al Congreso Nacional. En 1910 había finalizado la construcción de la Plaza del Congreso, y Brenna, ya en sociedad con los Rocatagliatta necesitaba un nuevo edificio para unificar sus locales por lo que solicitó al arquitecto Francisco Gianotti (constructor también del actual Banco Comafi y de la Galería Güemes, ambos en Buenos Aires) un proyecto que fusionara las distintas propiedades en un solo conjunto, con la exigencia de que las obras no interrumpieran la atención a los clientes.1
El encargo, para destinarlo a edificio de renta, incluía la remodelación del situado en la Avenida Callao 32, adquirido en 1909, y que poseía planta baja y cinco pisos, y la construcción de otro sobre Rivadavia 1815 que Brenna había comprado en 1911. Con estas obras quería presentar una nueva imagen de la empresa pastelera y a la vez adecuarse a la estética de la zona.
Finalmente Cayetano Brenna la inauguró en 1917 (tal como puede verse hoy) en el mismo solar y con el nombre de Nueva Confitería del Molino, en la intersección de Rivadavia y Callao, frente al -en ese momento flamante- edificio del Congreso Nacional.
El edificio fue incendiado durante el golpe de estado de 19302 y luego reconstruido. En 1938 fallece Brenna, y el negocio pasa a ser de Renato Varesse hasta [1950] y luego de Antonio Armentano hasta 1978. Armentano es quien le vende el fondo de comercio y la marca a un grupo de personas que más tarde presentaría la quiebra. Los nietos de Cayetano Brenna compran la confitería y, con algunas modificaciones (incluyen un salón bar y un mostrador para comidas rápidas, siempre respetando la arquitectura del edificio), logran mantenerlo.
En la década de 1990 comienza a decaer el negocio. En 1992 es declarado Área de Protección Histórica (APH) de la Ciudad de Buenos Aires, pero eso no pudo detener la debacle. La cantante pop estadounidense Madonna participó de la grabación del video correspondiente a su tema musical Love don´t live here anymore en la Confitería del Molino el 4 de marzo de 1996, durante su día de descanso de filmación de la película Evita.
El 24 de enero de 1997 cerró sus puertas. Desde ese momento se suceden varios proyectos para su reapertura, que hasta el año 2010 no ha podido llevarse a cabo. A octubre de 2010, avanzó en la comisión de cultura de la Cámara de Diputados un dictamen favorable para su expropiación.
Desde mayo de 2010, la Agrupación «Para que se restaure la Confiteria del Molino» realiza juntadas de firmas y actividades, para lograr que nuevamente las aspas del Molino estén girando, de hecho, gracias a sus actividades, los proyectos mencionados se han fusionado y han tenido Dictamen de Comisión de Cultura y Presupuesto (a nivel Nacional) para ser tratado en el pleno de Diputados.