Ciudad
Desde el Ejecutivo porteño estimaron que las obras se prolongarán hasta abril del año que viene y que el primer tramo de cortes es entre Belgrano e Hipólito Yrigoyen, donde sólo se podrá transitar por los carriles laterales. Según lo planificado, seguirán por el tramo de Paseo Colón hasta la calle Estados Unidos. Y luego se avanzará hacia el norte hasta llegar a Retiro. En total, serán 2,9 kilómetros de recorrido.
Para quienes se manejen en transporte público recomiendan utilizar alternativas, como las combinaciones de subte hacia Retiro o Constitución, las líneas de colectivo que circulan por la avenida 9 de Julio o incluso las bicicletas del sistema Ecobici.
Presentado como Metrobús del Bajo, en una primera etapa los carriles exclusivos irán desde Retiro hasta la avenida Independencia y serán utilizados por 29 líneas de colectivo, lo que beneficiaría a unos 300.000 pasajeros por día. El esquema será el siguiente: habrá cuatro carriles centrales para el transporte público (dos en cada sentido) y seis laterales para los autos particulares, motos y taxis.
La traza de este Metrobús continuará luego hasta La Boca, pero eso quedará para una segunda etapa. Es que allí afecta a varios inmuebles que están sobre Paseo Colón, donde en algunos tramos hay que ensanchar la avenida y eso implica mudar y expropiar edificios, e incluso demolerlos.
El mayor conflicto se planteó precisamente en las seis cuadras que van desde Independencia hasta Brasil, donde se emplazan una sede del Indec, un centro cultural, una gomería, un predio deportivo del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados de Raúl Castells, un centro de atención de niños y adolescentes, la “Escuela Taller del Casco Histórico”, el colegio Isauro Arancibia para chicos que están en la calle, un estacionamiento del diario Ámbito Financiero, el edificio Marconetti y el ex centro de detención Club Atlético, que el Gobierno aclaró desde un principio que no tocaría.