Salud y Bienestar
Sufrir estrés no ayuda nada: eleva la presión, debilita el sistema inmunológico e incrementa la posibilidad de inflamaciones. Y también aumenta los niveles de colesterol.
Los especialistas del Colegio Universitario de Londres que llegaron a esta conclusión publicaron el estudio en la revista de Salud Mental de la Asociación Americana de Psicología.
Los investigadores convocaron a 199 hombres y mujeres de mediana edad y bien sanos. Los sometieron a una prueba para analizar cómo reaccionaban ante una situación de estrés y ver si esa reacción incrementaba los niveles de colesterol y si podía llegar a ocasionar algún riesgo del tipo cardiovascular en el futuro.
Todos los participantes sufrieron cambios en el colesterol total: a todos les había variado el nivel de lipoproteína de baja densidad (LDL) y de la lipoproteína de alta densidad (HDL). Los cambios se registraron antes y después de completar dos estudios hechos con tres años de diferencia.
Según Andrew Steptoe, líder de la investigación, las respuestas en el colesterol variaron en cada persona: “Algunos experimentaron cambios enormes en poco tiempo, mientras que otros sólo mostraron variaciones leves”.
Y agregó: “Las respuestas del laboratorio posiblemente reflejen cómo las personas reaccionan a los cambios en su vida diaria. Los que mostraron cambios abruptos durante la prueba también mostrarán grandes variaciones en lo cotidiano. Y son esas respuestas de la vida diaria las que se acumulan y hacen subir el colesterol y los niveles de lípidos. Esas personas fueron las que proporcionalmente sufrieron cambios más bruscos tres años después de la primera prueba. La reacción al estrés es un mecanismo que aumenta los niveles de lípidos”.
Se midieron funciones cardiovasculares, inflamatorias y hemostáticas antes y después de las pruebas (situaciones incongruentes y estresantes preparadas en programas de computación).
Tres años después, el nivel de colesterol había aumentado en todos los participantes. Y las personas a las que más les había subido el colesterol en la primera prueba habían experimentado incrementos más abruptos.
Sobre las razones de los incrementos en los niveles de colesterol, los autores explican que el estrés hace que el cuerpo produzca más energía en forma de combustible metabólico (ácidos grasos y glucosa). Estas sustancias hacen que el hígado produzca y secrete más LDL (el principal conductor de colesterol en la sangre). Otra razón es que el estrés interfiere con la “limpieza” de los lípidos, y la tercera es que el estrés incrementa la producción de procesos inflamatorios.
“Las respuestas de los lípidos al estrés no son abruptas, pero son preocupantes —dijo Steptoe—. Y muestran cómo el colesterol puede subir por el estrés y avisar sobre posibles riesgos de enfermedades cardíacas coronarias”.
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Publicado: 11 / 11 /2024
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