La reforma de la Línea B es pura improvisación electoralista

El anuncio de la modificación de los horarios de la línea B para adaptarla a “nuevos” trenes, es fruto de otra improvisación del macrismo, que nada tiene que ver con una planificación seria del subte, sino más bien con la propaganda electoral. Los trenes españoles CAF 6000, que tienen 25 años de antigüedad, requieren costosas adaptaciones en el sistema de alimentación (catenaria) como en el ancho de andenes.

También una degradación del software original del sistema computarizado. Se estima que terminarán siendo igual o más caros que trenes nuevos aptos para la infraestructura actual de la línea, con mayor capacidad de transporte y con fletes a cargo del fabricante (Enelsubte.com).

El uso simultáneo, que introducirá en la línea, de varias marcas y tipos diferentes de trenes, con múltiples adaptaciones, habla por sí sólo de la ausencia de una planificación unitaria del tráfico con su correspondiente mantenimiento centralizado. Se trata de hacer pasar como una “gestión” eficaz, lo que es una sucesión de emparches y añadidos.

No huele bien la opción de un proveedor de material usado (a 5 años de su obsolescencia teórica), no apto para la estructura existente. Mucho menos cuando esta administración es la autora de un encarecimiento del más del 300% del pasaje. Reclamamos que se anule esta reforma y que se abran los planes y los libros contables de Sbase y Metrovías a una auditoría pública, bajo control de trabajadores y usuarios.