Las librerías abrieron sus puertas al público en la ciudad

Ciudad

Publicado: 18 / 05 /2020

Las librerías abrieron sus puertas al público en la ciudad

(Ciudad)

Con distintas prevenciones para mantener la distancia social que en la mayoría de los casos incluyeron la instalación de mesas en la vereda para evitar la circulación masiva en el interior de los locales, las librerías porteñas reabrieron este martes sus puertas en una jubilosa jornada que dejó buenas ventas y volvió a activar el vínculo entre libreros y clientes a través de intercambios donde las rutinas lectoras se mezclaron con impresiones sobre los tiempos de pandemia.

La secuencia que hasta ahora había avanzado del cese total de actividades por la cuarentena al permiso concedido el 14 de abril para vender exclusivamente a través del sistema de entrega a domicilio, sumó una instancia decisiva para el sector librero con la autorización que otorgó el gobierno para que las librerías y otros ocho rubros puedan funcionar presencialmente en el marco de la flexibilización del aislamiento social que ya lleva 53 días.

Expectativa, incertidumbre, alegría. En los momentos previos a la apertura, las sensaciones se mezclaron y disputaron el protagonismo junto con las deliberaciones acerca de cómo abrir sin descuidar las prevenciones sanitarias. «Muchos se acercaron y nos dijeron ‘¡Qué lindo que hayan abierto, volver a sentir olor a libro!’. Así, desde la puerta, vendimos e hicimos recomendaciones de textos -cuenta a Télam la propietaria de la librería Céspedes, Cecilia Fanti-. Nuestro local tiene nada más que 26 metros cuadrados y habitualmente somos dos para atender, así que tuve que decidir cómo reorganizar el espacio para cumplir las reglas».

«La librería es un lugar de permanencia y no de paso. Yo puedo entender que las cadenas funcionan un poco como lugar de paso porque la gente transita de camino al laburo o a su casa y entra a comprar algo específico y se va. Pero la nuestra es una librería donde la gente pasa tiempo, ya sea revisando entre los libros o charlando con nosotros», asegura la librera y escritora.

Sobre avenida Corrientes al 1400 funciona la mítica Librería Hernández, un local que lleva más de medio siglo en la zona y que también decidió abrir sus puertas con recaudos: «Levantamos la cortina pero decidimos por unos días trabajar sin ingreso de público para tener una idea más concreta de cuál es la situación cotidiana con la que vamos a tener que lidiar. La decisión de dejar entrar gente al local es fuerte», destaca Ecequiel Leder Kremer, su actual dueño.

«A nadie se le escapa que las posibilidades de contagio aumentan de forma importante en esta situación, así que por lo menos hasta el lunes trabajaremos con la cortina levantada pero con un mostrador puesto sobre la línea de edificación, atendiendo a la gente que va a buscar libros», acota.


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