Ciudad
El paso a nivel del tren Sarmiento en la calle Rojas, en Caballito, finalmente fue habilitado. Había sido cerrado por obras desde fines del mes pasado, lo que sumaba un nuevo caos vehicular a la ya de por sí congestionada zona.
Durante semanas, el flujo de coches que venía desde la Avenida Honorio Pueyrredón hacia Rivadavia tenía que desembocar en Hidalgo y Acoyte, dos calles muy transitadas. A la tarde, en hora pico, las demoras podían llegar a hasta 20 minutos o má, y la escasa señalización complicaba aún más la situación.
“No hay carteles de este lado. Si venís por Avellaneda antes del puente de Fragata Sarmiento sí pusieron unos que dicen que Rojas está cerrado. Pero por Honorio Pueyrredón no hay ni uno”, había dicho a Clarín Augusto Caserta, taxista, días antes de que volviera a habilitarse el paso.
A pesar de la reapertura, restan al menos tres semanas más de trabajo, según indicó a Clarín uno de los operarios de la obra. Esta incluye el mejoramiento de la carpeta asfáltica y los rieles, y la renovación de vías y del laberinto de paso peatonal, entre otros puntos.
Con todo, los problemas de tránsito que a diario se sufren en Caballito y Flores, una zona dividida por las vías del Sarmiento, no parece que vayan a solucionarse en el futuro cercano: el Gobierno nacional tiene frenado el proyecto de soterramiento, pese a que ya fue anunciado seis veces (ver aparte).
Es por eso que las calles de la zona siguen colapsando y las filas de autos de hasta tres cuadras en cada cruce son una postal habitual. En los 2,6 kilómetros que hay entre Rojas y Nazca, hay once pasos a nivel y un solo puente, el de Fragata Sarmiento, que también se atasca porque tiene sólo dos carriles.
A ese panorama se suma la llegada de nuevas formaciones del Sarmiento, lo que logró mejorar la frecuencia del servicio pero que a su vez hace que las barreras estén bajas 29 minutos por cada hora en los momentos de mayor tránsito.