Recuperó su color y su historia el Puente Alsina

Se renovó su estructura, su entorno y el Polo Bandoneón. El pasaje atraviesa el Riachuelo, entre Pompeya y Alsina.

Emplazado en el límite entre Pompeya y Valentín Alsina desde el 26 de noviembre de 1938, el puente Alsina es una de las postales inconfundibles de la zona sur. Pero el paso de los años no entiende de patrimonio cultural o arquitectónico y el deterioro se hizo visible en los últimos años. Por eso los vecinos de la zona celebran la restauración del edificio y la cabecera norte del puente, la rampa de acceso desde la avenida Sáenz y el Polo Bandoneón que allí funciona.

Los trabajos abarcaron la reposición de mamposterías, revoques, carpinterías, herrerías, molduras, cornisas y pintura general; la renovación de copones faltantes y restauración de fuentes y piezas ornamentales; la ampliación de aceras e incorporación de forestación; la recuperación de la jardinería original y la construcción de un cantero central de hormigón entre ambas manos y de una nueva isleta de ordenamiento vehicular en el sector bajo puente.

“Esta obra que hemos hecho les devolverá a los vecinos las ganas de caminar sus calles, de disfrutar el barrio. El desarrollo del sur de la Ciudad forma parte del cambio del que siempre hablamos y es sin dudas uno de los compromisos que asumimos hace ya casi ocho años”, afirmó Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gabinete porteño, acompañado por la vicejefa María Eugenia Vidal y el ministro de Cultura, Hernán Lombardi.

En el edificio del puente, rebautizado en 2015 como Ezequiel Demonty (y anteriormente conocido como Uriburu), funciona desde el 2014 el Polo Bandoneón, un centro cultural en el que hay clases de bandoneón, talleres de luthería y una fábrica de ese instrumento. También trabaja la Orquesta de Tango del Río de la Plata y tendrá lugar una biblioteca de archivos y una editorial vinculadas con el tango.