Barrio de Flores
Comerciantes de la Av. Avellaneda y referentes de asociaciones de toda la ciudad, junto a la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) realizaron el miercoles pasado el cuarto corte de la Av. Avellaneda (altura Av. Nazca) en reclamo por la venta ilegal. En el día Nacional del Comercio, reinó la indignación y la incertidumbre de los comerciantes ante el aumento de la venta clandestina. Se estiman pérdidas de más de un millón de pesos diarios en la Av. Avellaneda por esta causa.
Hace un mes que los comerciantes de la Av. Avellaneda se encuentran en Asamblea Permanente ante la falta de respuestas del Gobierno nacional y de la Ciudad. Solo esa zona del barrio porteño de Flores concentra más de 500 puestos ilegales que alcanzaron ventas por $ 241,4 millones en los primeros nueve meses del año y, de continuar con la tendencia actual, en todo 2013 capitalizarán $ 338,6 millones. “Si estas ventas se hubieran realizado en comercios, se traduciría en más recursos del Estado para financiar, por ejemplo, la seguridad”, destacó Vicente Lourenzo, secretario de Prensa de la CAME, y reflexionó en el Día Nacional del Comercio acerca de la importancia de la actividad en la economía del país “si nadie paga impuestos nadie tendrá servicios”, por eso apuntó a sembrar conciencia en el comprador “fomentar la compra ilegal es hipotecar el futuro de nuestros hijos, por eso la CAME y FECOBA va a defender al comercio legal”.
Daniel Iglesias, vicepresidente de la Asociación de Comerciantes de la Av. Avellaneda, indicó la gran preocupación por el descenso en las ventas de la zona “nos veremos obligados no solo a reducir personal, porque no podemos competir con los precios de los manteros que no pagan impuestos, cargas sociales, alquileres ni servicios, sino también esta situación determinará menores inversiones futuras. La situación es preocupante y, aun así, no obtuvimos una ínfima respuesta, pareciera que acá los funcionarios están jugando a las escondidas, por eso estamos en Asamblea Permanente y todos los miércoles que sean necesarios vamos a marchar hasta encontrar una solución”, dijo.
“Estamos muy tristes. Una comerciante se puso a llorar porque está por cerrar su local, precisamente, por el accionar de los manteros que invaden su vereda y le quitan ventas. No queremos que esto se multiplique”, expresó León Duer, comerciante de Av. Avellaneda, y añadió: “nos da vergüenza tener que explicarle a las autoridades cuáles son las leyes y que las tienen que cumplir. Es imposible competir con los precios de la mercadería de dudoso origen durante 10 horas por día 6 veces por semana”.
La falta de medidas por parte del Estado es lo que más indigna a los comerciantes “tenemos 2 jefes de Policía (Metropolitana y Federal) y 2 ministros, y ni siquiera una sola propuesta o solución. Los comerciantes no son los únicos afectados, también los vecinos que tienen dificultades para transitar por sus propias veredas, y les preocupa la inseguridad”, remarcó Juan Rojo.
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